Ingredientes (para 4):
- 3 huevos
- 25 gramos de mantequilla
- 30 gramos de maicena
- 300 gramos de queso de untar
- 100 gramos de nata líquida
- 40 gramos de harina
- Ralladura de naranja y lima (limón en su defecto)
- 125 grs de azúcar
- 3 cucharadas yogur griego
- Dulce de leche
Ponemos al baño maría las yemas, la mantequilla derretida, la ralladura de limón y la mitad del azúcar; batiremos la mezcla hasta que quede muy espumosa y haya cogido volumen. Ponemos en un bol amplio y dejamos a temperatura ambiente.
Batimos la nata hasta que se quede muy dura y reservamos.
Subimos las claras a punto de nieve (sabremos que están perfectas si al darle la vuelta al recipiente no se mueven) y vamos añadiendo poco a poco el resto del azúcar.
Tamizamos la maicena y la harina y mezclamos poco a poco con las yemas, removiendo con mucho cuidado para evitar que la mezcla pierda volumen.
En un cuenco batimos los quesos hasta que queden bien cremosos. A esta mezcla vamos añadiendo, con movimientos envolventes, poco a poco la mezcla de las yemas y – cuando esté bien mezclado- la nata. De esta mezcla, reservamos una pequeña parte y al resto añadiremos las claras con cuidado para que no se bajen.
Untamos con mantequilla una tartera o molde apto para el horno y vertemos la mezcla.
Tomamos la parte de masa que hemos reservado y mezclamos con dulce de leche al gusto; removemos y vertemos con cuidado en distintas zonas de nuestra mezcla. Tomamos un cuchillo y pasamos por la masa para extender los remolinos.
Con el horno precalentado a 160º, horneamos durante aproximadamente una hora.
Cuando el cuchillo salga limpio de la masa, apagamos el horno y dejamos la puerta entreabierta para que se enfríe poco a poco.
Una vez esté completamente frío, metemos en la nevera durante al menos ocho horas sin desmoldar y…